El consumo de analgésicos antes de correr, con la intención de prevenir dolores musculares, así como mejorar el rendimiento físico, puede ocasionar severos daños a la salud, como daño renal, problemas estomacales y cardiovasculares, entre otros, según un estudio publicado en el British Medical Journal.
De acuerdo con los especialistas del Bonn Centre for Pain Management y de la University of Erlangen-Nuremberg, consumir analgésicos antes de correr una prueba de fondo, como un maratón, tienen cinco veces más probabilidad de sufrir efectos adversos, así como un 50% de posibilidad de abandono de la competencia.
Luego de analizar a más de 4 mil corredores, los investigadores observaron que aquellos que tomaron analgésicos antes de correr presentaron síntomas dolor de estómago, problemas cardiovasculares, hemorragias gastrointestinales, sangre en la orina, y dolor en las articulaciones y los músculos.
Asimismo, registraron que tanto los problemas musculares, de manera particular los calambres, así como los intestinales, diarrea, fueron los causantes de que cerca del 50% de quienes se medicaron antes de correr tuvieran que abandonar la competencia, cifra similar registrada entre quienes no tomaron nada.
De manera particular, nueve corredores terminaron en el hospital: tres por insuficiencia renal temporal, después de tomar ibuprofeno; cuatro para las úlceras sangrantes (aspirina), y dos después de un ataque al corazón (aspirina), uno de los cuales habían tomado 500 mg luego de un suave dolor.
Los especialistas consideran que esto puede deberse a que los analgésicos bloquean la enzima que regula la producción de un compuesto lípido que, entre otras funciones, protege los tejidos cuando el cuerpo se enfrenta a situaciones de estrés extremo, como competencias de resistencia.
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